Dios, habiendo hablado en otro tiempo muchas veces y de muchas maneras a
los padres por los profetas,
2
en estos últimos Días nos ha hablado por el Hijo, a quien
Constituyó heredero de todo, y por medio de quien, asimismo, hizo
el universo.
3
El es el resplandor de su gloria y la Expresión exacta de su naturaleza,
quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder. Y cuando Había
hecho la Purificación de nuestros pecados, se Sentó a la diestra
de la Majestad en las alturas.
4
Fue hecho tanto superior a los ángeles, Así como el nombre
que ha heredado es Más excelente que el de ellos.
5
Porque, ¿a Cuál de los ángeles dijo Dios Jamás:
Hijo Mío eres Tú; yo te he engendrado hoy; y otra vez: Yo
seré para él, Padre; y él Será para Mí,
Hijo?
6
Otra vez, al introducir al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle
todos los ángeles de Dios.
7
Y de los ángeles dice: El hace a sus ángeles vientos, y a sus
servidores llama de fuego;
8
mientras que del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, es por los siglos de los siglos;
cetro de rectitud es el cetro de tu reino.
9
Amaste la justicia y aborreciste la iniquidad; por lo cual te Ungió
Dios, el Dios tuyo, con aceite de Alegría, Más que a tus
compañeros.
10
Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, y los
cielos son obra de tus manos.
11
Ellos Perecerán, pero Tú permaneces; todos ellos se
Envejecerán como un vestido.
12
Como a manto los Enrollarás, y Serán cambiados como vestido.
Pero Tú eres el mismo, y tus años no se Acabarán.
13
¿Y a Cuál de sus ángeles ha dicho Jamás: Siéntate
a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?
14
¿Acaso no son todos Espíritus servidores, enviados para ministrar
a favor de los que han de heredar la Salvación?
Por lo tanto, es necesario que con Más diligencia atendamos a las
cosas que hemos Oído, no sea que nos deslicemos.
2
Pues si la palabra dicha por los ángeles fue firme, y toda
Transgresión y desobediencia Recibió justa Retribución,
3
¿Cómo escaparemos nosotros si descuidamos una Salvación
tan grande? Esta Salvación, que al principio fue declarada por el
Señor, nos fue confirmada por medio de los que oyeron,
4
dando Dios testimonio juntamente con ellos con señales, maravillas,
diversos hechos poderosos y dones repartidos por el Espíritu Santo
Según su voluntad.
5
Porque no fue a los ángeles a quienes Dios Sometió el mundo
venidero del cual hablamos.
6
Pues alguien dio testimonio en un lugar, diciendo: ¿Qué es el
hombre, para que te acuerdes de él, o el hijo del hombre, para que
tengas cuidado de él?
7
Le has hecho por poco tiempo menor que los ángeles; le coronaste de
gloria y de honra;
8
todas las cosas sometiste debajo de sus pies. Al someter a él todas
las cosas, no Dejó nada que no esté sometido a él. Pero
ahora no vemos Todavía todas las cosas sometidas a él.
9
Sin embargo, vemos a Jesús, quien por poco tiempo fue hecho menor
que los ángeles, coronado de gloria y honra por el padecimiento de
la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.
10
Porque le Convenía a Dios--por causa de quien y por medio de quien
todas las cosas existen-- perfeccionar al Autor de la Salvación de
ellos, por medio de los padecimientos, para conducir a muchos hijos a la
gloria.
11
Pues tanto el que santifica como los que son santificados, todos provienen
de uno. Por esta Razón, él no se avergüenza de llamarlos
hermanos,
12
diciendo: Anunciaré a mis hermanos tu nombre; en medio de la
Congregación te alabaré.
13
Y otra vez: Yo pondré mi confianza en él. Y otra vez: He
Aquí, yo y los hijos que Dios me dio.
14
Por tanto, puesto que los hijos han participado de carne y sangre, de igual
manera él Participó también de lo mismo, para destruir
por medio de la muerte al que Tenía el dominio sobre la muerte (éste
es el diablo),
15
y para librar a los que por el temor de la muerte estaban toda la vida condenados
a esclavitud.
16
Porque ciertamente él no Tomó para Sí a los ángeles,
sino a la descendencia de Abraham.
17
Por tanto, era preciso que en todo fuese hecho semejante a sus hermanos,
a fin de ser un sumo sacerdote misericordioso y fiel en el servicio delante
de Dios, para expiar los pecados del pueblo.
18
Porque en cuanto él mismo Padeció siendo tentado, es poderoso
para socorrer a los que son tentados.
Temamos, pues, mientras permanezca Aún la promesa de entrar en su
reposo, no sea que alguno de vosotros parezca quedarse Atrás.
2
Porque también a nosotros, como a ellos, nos han sido anunciadas las
buenas nuevas; pero a ellos de nada les Aprovechó Oír la palabra,
porque no se identificaron por fe con los que la obedecieron.
3
Pero los que hemos Creído Sí entramos en el reposo, como él
ha dicho: Como juré en mi ira: "¡Jamás Entrarán
en mi reposo!" aunque sus obras quedaron terminadas desde la Fundación
del mundo.
4
Porque en cierto lugar ha dicho Así del séptimo Día:
Y Reposó Dios en el séptimo Día de todas sus obras.
5
Y otra vez dice Aquí: "¡Jamás Entrarán en mi reposo!"
6
Puesto que falta que algunos entren en el reposo, ya que aquellos a quienes
primero les fue anunciado no entraron a causa de la desobediencia,
7
Dios ha determinado otra vez un cierto Día, diciendo por medio de
David: "Hoy", después de tanto tiempo, como ya se ha dicho: Si Oís
hoy su voz, no Endurezcáis vuestros corazones.
8
Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no se Hablaría
después de otro Día.
9
Por tanto, queda Todavía un reposo Sabático para el pueblo
de Dios.
10
El que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras,
Así como Dios de las suyas.
11
Hagamos, pues, todo esfuerzo para entrar en aquel reposo, no sea que alguien
caiga en el mismo ejemplo de desobediencia.
12
Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y Más penetrante que toda
espada de dos filos. Penetra hasta partir el alma y el Espíritu, las
coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones
del Corazón.
13
No existe cosa creada que no sea manifiesta en su presencia. Más bien,
todas Están desnudas y expuestas ante los ojos de aquel a quien tenemos
que dar cuenta.
14
Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que ha traspasado los cielos,
Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra Confesión.
15
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no puede compadecerse de nuestras
debilidades, pues él fue tentado en todo igual que nosotros, pero
sin pecado.
16
Acerquémonos, pues, con confianza al trono de la gracia para que
alcancemos misericordia y hallemos gracia para el oportuno socorro.
Pues todo sumo sacerdote que es tomado de entre los hombres es constituido
para servicio a favor de los hombres delante de Dios, para que ofrezca ofrendas
y sacrificios por los pecados.
2
El puede sentir Compasión de los ignorantes y de los extraviados,
ya que él también Está rodeado de debilidad.
3
Y por causa de esta debilidad debe ofrecer sacrificio, tanto por sus propios
pecados como por los del pueblo.
4
Y nadie toma esta honra para Sí, sino porque ha sido llamado por Dios,
como lo fue Aarón.
5
Así también Cristo no se Glorificó a Sí mismo
para ser hecho sumo sacerdote, sino que le Glorificó el que le dijo:
Hijo Mío eres Tú; yo te he engendrado hoy.
6
Como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre
Según el orden de Melquisedec.
7
Cristo, en los Días de su vida Física, habiendo ofrecido ruegos
y Súplicas con fuerte clamor y Lágrimas al que le Podía
librar de la muerte, fue Oído por su temor reverente.
8
Aunque era Hijo, Aprendió la obediencia por lo que Padeció.
9
Y habiendo sido perfeccionado, Llegó a ser Autor de eterna Salvación
para todos los que le obedecen,
10
y fue proclamado por Dios sumo sacerdote Según el orden de Melquisedec.
11
De esto tenemos mucho que decir, aunque es Difícil de explicar, porque
habéis llegado a ser tardos para Oír.
12
Debiendo ser ya maestros por el tiempo transcurrido, de nuevo tenéis
necesidad de que alguien os instruya desde los primeros rudimentos de las
palabras de Dios. Habéis llegado a tener necesidad de leche y no de
alimento Sólido.
13
Pues todo el que se alimenta de leche no es capaz de entender la palabra
de la justicia, porque Aún es niño.
14
Pero el alimento Sólido es para los maduros, para los que por la
Práctica tienen los sentidos entrenados para discernir entre el bien
y el mal.
Por tanto, dejando las doctrinas elementales de Cristo, sigamos adelante
hasta la madurez, sin poner de nuevo el fundamento del arrepentimiento de
obras muertas, de la fe en Dios,
2
de la doctrina de bautismos, de la Imposición de manos, de la
Resurrección de los muertos y del juicio eterno.
3
Y esto haremos si es que Dios lo permite.
4
Porque es imposible que los que fueron una vez iluminados, que gustaron del
don celestial, que llegaron a ser participantes del Espíritu Santo,
5
que también probaron la buena palabra de Dios y los poderes del mundo
venidero,
6
y después recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento;
puesto que crucifican de nuevo para Sí mismos al Hijo de Dios y le
exponen a vituperio.
7
Porque la tierra, que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella y produce
hierba para el provecho de aquellos que la cultivan, recibe la Bendición
de Dios.
8
Pero la que produce espinos y abrojos es desechada, Está cercana a
la Maldición, y su fin es ser quemada.
9
Pero aunque hablamos Así, oh amados, en cuanto a vosotros estamos
persuadidos de cosas mejores que conducen a la Salvación.
10
Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el amor que habéis
demostrado por su nombre, porque habéis atendido a los santos y lo
Seguís haciendo.
11
Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma diligencia para ir
logrando plena certidumbre de la esperanza hasta el final,
12
a fin de que no Seáis perezosos, sino imitadores de los que por la
fe y la paciencia heredan las promesas.
13
Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, puesto que no Podía
jurar por otro mayor, Juró por Sí mismo
14
diciendo: De cierto te bendeciré con Bendición y te
multiplicaré en gran manera.
15
Y Así Abraham, esperando con suma paciencia, Alcanzó la promesa.
16
Porque los hombres juran por el que es mayor que ellos, y para ellos el juramento
para Confirmación pone fin a todas las controversias.
17
Por esto Dios, queriendo demostrar de modo convincente a los herederos de
la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento
18
para que, por dos cosas inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta,
tengamos un Fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos
de la esperanza puesta por delante.
19
Tenemos la esperanza como ancla del alma, segura y firme, y que penetra aun
dentro del velo,
20
donde Entró Jesús por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote
para siempre Según el orden de Melquisedec.
Porque este Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo,
Salió al encuentro de Abraham que Volvía de derrotar a los
reyes, y le bendijo.
2
Asimismo, le dio Abraham los diezmos de todo. En primer lugar, su nombre
significa "rey de justicia", y también era rey de Salem, que significa
"rey de paz".
3
Sin padre ni madre ni Genealogía, no tiene principio de Días
ni fin de vida; y en esto se asemeja al Hijo de Dios, en que permanece sacerdote
para siempre.
4
Mirad, pues, Cuán grande fue aquel a quien aun el patriarca Abraham
le dio los diezmos del Botín.
5
Ciertamente, aquellos descendientes de Leví que han recibido el sacerdocio
tienen, Según la ley, mandamiento de recibir los diezmos del pueblo,
es decir, de sus hermanos, aunque ellos también son descendientes
de Abraham.
6
Pero aquel, cuya Genealogía no es contada entre ellos, Recibió
los diezmos de Abraham y bendijo al que Tenía las promesas.
7
Indiscutiblemente, el que es menor es bendecido por el mayor.
8
Aquí los hombres que mueren reciben los diezmos, mientras que Allí
los recibe aquel acerca de quien se ha dado testimonio de que vive.
9
Y por decirlo Así, en la persona de Abraham también Leví,
el que recibe los diezmos, dio el diezmo.
10
Porque él Todavía estaba en el cuerpo de su padre cuando
Melquisedec le Salió al encuentro.
11
Ahora bien, si fuera posible lograr la Perfección por medio del sacerdocio
Levítico (porque bajo éste el pueblo ha recibido la ley),
¿qué necesidad Habría Aún de que se levantase otro
sacerdote Según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado
Según el orden de Aarón?
12
Porque de haber cambio de sacerdocio, es necesario que también se
haga cambio de ley.
13
Pues aquel de quien se dice esto es de otra tribu, de la cual nadie ha servido
en el altar.
14
Porque es evidente que nuestro Señor Nació de la tribu de
Judá, sobre la cual Moisés no dijo nada en cuanto al sacerdocio.
15
Esto es aun Más evidente si otro sacerdote se levanta a la semejanza
de Melquisedec,
16
quien no ha sido constituido conforme al mandamiento de la ley acerca del
linaje carnal, sino Según el poder de una vida indestructible.
17
Pues de él se da este testimonio: Tú eres sacerdote para siempre
Según el orden de Melquisedec.
18
A la verdad, el mandamiento anterior fue abrogado por ser ineficaz e
Inútil,
19
porque la ley no Perfeccionó nada. Sin embargo, se introduce una esperanza
mejor, por la cual nos acercamos a Dios.
20
Y esto no fue hecho sin juramento.
21
Los otros fueron hechos sacerdotes sin juramento, mientras que éste
lo fue por el juramento del que le dijo: Juró el Señor y no
se Arrepentirá: "Tú eres sacerdote para siempre."
22
De igual manera, Jesús ha sido hecho fiador de un pacto superior.
23
A la verdad, muchos fueron hechos sacerdotes, porque debido a la muerte no
Podían permanecer.
24
Pero éste, porque permanece para siempre, tiene un sacerdocio perpetuo.
25
Por esto también puede salvar por completo a los que por medio de
él se acercan a Dios, puesto que vive para siempre para interceder
por ellos.
26
Porque tal sumo sacerdote nos Convenía: santo, inocente, puro, apartado
de los pecadores y exaltado Más Allá de los cielos.
27
El no tiene cada Día la necesidad, como los otros sumos sacerdotes,
de ofrecer sacrificios, primero por sus propios pecados y luego por los del
pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a Sí
mismo.
28
La ley constituye como sumos sacerdotes a hombres débiles; pero la
palabra del juramento, posterior a la ley, Constituyó al Hijo, hecho
perfecto para siempre.
En resumen, lo que venimos diciendo es esto: Tenemos tal sumo sacerdote que
se Sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos,
2
ministro del lugar Santísimo y del verdadero Tabernáculo que
Levantó el Señor y no el hombre.
3
Porque todo sumo sacerdote es puesto para ofrecer ofrendas y sacrificios;
de Ahí que era necesario que él también tuviera algo
que ofrecer.
4
Si estuviese sobre la tierra, ni siquiera Sería sacerdote, porque
ya hay sacerdotes que presentan ofrendas Según la ley.
5
Ellos sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se
le Había advertido a Moisés cuando estaba por acabar el
Tabernáculo, diciendo: Mira, Harás todas las cosas conforme
al modelo que te ha sido mostrado en el monte.
6
Pero ahora Jesús ha alcanzado un ministerio sacerdotal tanto Más
excelente por cuanto él es mediador de un pacto superior, que ha sido
establecido sobre promesas superiores.
7
Porque si el primer pacto hubiera sido sin defecto, no se Habría procurado
lugar para un segundo.
8
Porque reprendiéndoles dice: "He Aquí vienen Días,"
dice el Señor, "en que concluiré con la casa de Israel y con
la casa de Judá un nuevo pacto;
9
no como el pacto que hice con sus padres en el Día en que los tomé
de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto. Porque ellos no permanecieron
en mi pacto, y yo dejé de preocuparme por ellos," dice el Señor.
10
"Porque éste es el pacto que haré con la casa de Israel
después de aquellos Días," dice el Señor. "Pondré
mis leyes en la mente de ellos y en sus corazones las inscribiré.
Y yo seré para ellos Dios, y para Mí ellos Serán pueblo.
11
Nadie Enseñará a su Prójimo, ni nadie a su hermano,
diciendo: 'Conoce al Señor'; porque todos me Conocerán, desde
el menor de ellos hasta el mayor.
12
Porque seré misericordioso en cuanto a sus injusticias y Jamás
me acordaré de sus pecados."
13
Al decir "nuevo", ha declarado caduco al primero; y lo que se ha hecho viejo
y anticuado Está a punto de desaparecer.
Ahora bien, el primer pacto Tenía reglamentos acerca del culto y del
santuario terrenal.
2
El Tabernáculo fue dispuesto Así: En la primera parte, en lo
que llaman el lugar santo, estaban las Lámparas, la mesa y los panes
de la Presencia.
3
Tras el segundo velo estaba la parte del Tabernáculo que se llama
el lugar Santísimo.
4
Allí estaba el incensario de oro y el arca del pacto enteramente cubierta
con oro. En ella estaban un vaso de oro que Contenía el Maná,
la vara de Aarón que Reverdeció y las tablas del pacto.
5
Sobre ella, los querubines de la gloria Cubrían el propiciatorio.
De todas estas cosas no podemos hablar ahora en detalle.
6
Estas cosas fueron dispuestas Así: En la primera parte del
Tabernáculo entraban siempre los sacerdotes para realizar los servicios
del culto.
7
Pero en la segunda, una vez al año, entraba el sumo sacerdote solo,
no sin sangre, la cual Ofrecía por Sí mismo y por los pecados
que el pueblo Cometía por ignorancia.
8
Con esto el Espíritu Santo daba a entender que Todavía no
Había sido mostrado el camino hacia el lugar Santísimo, mientras
estuviese en pie la primera parte del Tabernáculo.
9
Esto es una figura para el tiempo presente, Según la cual se
Ofrecían ofrendas y sacrificios que no Podían hacer perfecto,
en cuanto a la conciencia, al que Rendía culto.
10
Estas son ordenanzas de la carne, que consisten Sólo de comidas y
bebidas y diversos lavamientos, impuestas hasta el tiempo de la Renovación.
11
Pero estando ya presente Cristo, el sumo sacerdote de los bienes que han
venido, por medio del Más amplio y perfecto Tabernáculo no
hecho de manos, es decir, no de esta Creación,
12
Entró una vez para siempre en el lugar Santísimo, logrando
Así eterna Redención, ya no mediante sangre de machos Cabríos
ni de becerros, sino mediante su propia sangre.
13
Porque si la sangre de machos Cabríos y de toros, y la ceniza de la
vaquilla rociada sobre los impuros, santifican para la Purificación
del cuerpo,
14
¡Cuánto Más la sangre de Cristo, quien mediante el
Espíritu eterno se Ofreció a Sí mismo sin mancha a Dios,
Limpiará nuestras conciencias de las obras muertas para servir al
Dios vivo!
15
Por esta Razón, también es mediador del nuevo pacto, para que
los que han sido llamados reciban la promesa de la herencia eterna, ya que
intervino muerte para redimirlos de las transgresiones bajo el primer pacto.
16
Porque donde hay un testamento, es necesario que se presente constancia de
la muerte del testador.
17
El testamento es confirmado con la muerte, puesto que no tiene vigencia mientras
viva el testador.
18
Por esto, ni aun el primer testamento fue inaugurado sin sangre.
19
Porque habiendo declarado Moisés todos los mandamientos Según
la ley a todo el pueblo, Tomó la sangre de los becerros y de los machos
Cabríos junto con agua, lana escarlata e hisopo, y Roció al
libro mismo y también a todo el pueblo,
20
diciendo: Esta es la sangre del pacto, el cual Dios os ha ordenado.
21
Y Roció también con la sangre el Tabernáculo y todos
los utensilios del servicio;
22
pues Según la ley casi todo es purificado con sangre, y sin derramamiento
de sangre no hay Perdón.
23
Era, pues, necesario purificar las figuras de las cosas celestiales con estos
ritos; pero las mismas cosas celestiales, con sacrificios mejores que
éstos.
24
Porque Cristo no Entró en un lugar Santísimo hecho de manos,
figura del verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora delante
de Dios a nuestro favor.
25
Tampoco Entró para ofrecerse muchas veces a Sí mismo, como
entra cada año el sumo sacerdote en el lugar Santísimo con
sangre ajena.
26
De otra manera, le Habría sido necesario padecer muchas veces desde
la Fundación del mundo. Pero ahora, él se ha presentado una
vez para siempre en la Consumación de los siglos, para quitar el pecado
mediante el sacrificio de Sí mismo.
27
Entonces, tal como Está establecido que los hombres mueran una sola
vez, y después el juicio,
28
Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para quitar los
pecados de muchos. La segunda vez, ya sin Relación con el pecado,
Aparecerá para Salvación a los que le esperan.
Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros y no la forma misma
de estas realidades, nunca puede, por medio de los mismos sacrificios que
se ofrecen continuamente de año en año, hacer perfectos a los
que se acercan.
2
De otra manera, ¿no Habrían dejado de ser ofrecidos? Porque los
que ofrecen este culto, una vez purificados, ya no Tendrían Más
conciencia de pecado.
3
Sin embargo, cada año se hace memoria del pecado con estos sacrificios,
4
porque la sangre de los toros y de los machos Cabríos no puede quitar
los pecados.
5
Por lo tanto, entrando en el mundo, él dice: Sacrificio y ofrenda
no quisiste, pero me preparaste un cuerpo.
6
Holocaustos y sacrificios por el pecado no te agradaron;
7
entonces dije: "¡Heme Aquí para hacer, oh Dios, tu voluntad!"
como en el rollo del libro Está escrito de Mí.
8
Habiendo dicho arriba: Sacrificios, ofrendas y holocaustos por el pecado
no quisiste ni te agradaron (cosas que se ofrecen Según la ley),
9
luego dijo: ¡Heme Aquí para hacer tu voluntad! El quita lo primero
para establecer lo segundo.
10
Es en esa voluntad que somos santificados, mediante la ofrenda del cuerpo
de Jesucristo hecha una vez para siempre.
11
Todo sacerdote se ha presentado, Día tras Día, para servir
en el culto y ofrecer muchas veces los mismos sacrificios que nunca pueden
quitar los pecados.
12
Pero éste, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados, se
Sentó para siempre a la diestra de Dios,
13
esperando de Allí en adelante hasta que sus enemigos sean puestos
como estrado de sus pies.
14
Porque con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los santificados.
15
También el Espíritu Santo nos da testimonio, porque después
de haber dicho:
16
"Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos
Días", dice el Señor; "pondré mis leyes en sus corazones,
y en sus mentes las inscribiré",
17
él añade: "Nunca Más me acordaré de los pecados
e iniquidades de ellos."
18
Pues donde hay Perdón de pecados, no hay Más ofrenda por el
pecado.
19
Así que, hermanos, teniendo plena confianza para entrar al lugar
Santísimo por la sangre de Jesús,
20
por el camino nuevo y vivo que él nos Abrió a través
del velo (es decir, su cuerpo),
21
y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,
22
acerquémonos con Corazón sincero, en plena certidumbre de fe,
purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua
pura.
23
Retengamos firme la Confesión de la esperanza sin Vacilación,
porque fiel es el que lo ha prometido.
24
Considerémonos los unos a los otros para estimularnos al amor y a
las buenas obras.
25
No dejemos de congregarnos, como algunos tienen por costumbre; Más
bien, exhortémonos, y con mayor Razón cuando veis que el Día
se acerca.
26
Porque si pecamos voluntariamente, después de haber recibido el
conocimiento de la verdad, ya no queda Más sacrificio por el pecado,
27
sino una horrenda expectativa de juicio y de fuego ardiente que ha de devorar
a los adversarios.
28
El que ha desechado la ley de Moisés ha de morir sin Compasión
por el testimonio de dos o tres testigos.
29
¿Cuánto mayor castigo Pensáis que Merecerá el que
ha pisoteado al Hijo de Dios, que ha considerado de poca importancia la sangre
del pacto por la cual fue santificado y que ha ultrajado al Espíritu
de gracia?
30
Porque conocemos al que ha dicho: "Mía es la venganza; yo daré
la Retribución." Y otra vez: "El Señor Juzgará a su
pueblo."
31
¡Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo!
32
Traed a la memoria los Días del pasado en los cuales, después
de haber sido iluminados, soportasteis gran conflicto y aflicciones.
33
Por una parte, fuisteis hechos Espectáculo Público con reproches
y tribulaciones. Por otra parte, fuisteis hechos compañeros de los
que han estado en tal Situación.
34
También os compadecisteis de los presos y con gozo padecisteis ser
despojados de vuestros bienes, sabiendo que vosotros mismos tenéis
una Posesión mejor y perdurable.
35
No desechéis, pues, vuestra confianza, la cual tiene una gran recompensa.
36
Porque os es necesaria la perseverancia para que, habiendo hecho la voluntad
de Dios, Obtengáis lo prometido;
37
porque: Aún un poco, en un poco Más el que ha de venir Vendrá
y no Tardará.
38
Pero mi justo Vivirá por fe; y si se vuelve Atrás, no
Agradará a mi alma.
39
Pero nosotros no somos de los que se vuelven Atrás para Perdición,
sino de los que tienen fe para la Preservación del alma.
La fe es la constancia de las cosas que se esperan y la Comprobación
de los hechos que no se ven.
2
Por ella recibieron buen testimonio los antiguos.
3
Por la fe comprendemos que el universo fue constituido por la palabra de
Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se Veía.
4
Por la fe Abel Ofreció a Dios un sacrificio superior al de Caín.
Por ella Recibió testimonio de ser justo, pues Dios dio testimonio
al aceptar sus ofrendas. Y por medio de la fe, aunque Murió, habla
Todavía.
5
Por la fe Enoc fue trasladado para no ver la muerte y no fue hallado, porque
Dios le Había trasladado. Antes de su traslado, Recibió testimonio
de haber agradado a Dios.
6
Y sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca
a Dios crea que él existe y que es galardonador de los que le buscan.
7
Por la fe Noé, habiendo sido advertido por Revelación acerca
de cosas que Aún no Habían sido vistas, movido por temor reverente,
Preparó el arca para la Salvación de su familia. Por la fe
él Condenó al mundo y Llegó a ser heredero de la justicia
que es Según la fe.
8
Por la fe Abraham, cuando fue llamado, Obedeció para salir al lugar
que Había de recibir por herencia; y Salió sin saber a Dónde
iba.
9
Por la fe Habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra
ajena, viviendo en tiendas con Isaac y Jacob, los coherederos de la misma
promesa;
10
porque esperaba la ciudad que tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor
es Dios.
11
Por la fe, a pesar de que Sara misma era estéril, él Recibió
fuerzas para engendrar un hijo cuando Había pasado de la edad; porque
Consideró que el que lo Había prometido era fiel.
12
Y por lo tanto, de uno solo, y estando éste muerto en cuanto a estas
cosas, nacieron hijos como las estrellas del cielo en multitud, y como la
arena innumerable que Está a la orilla del mar.
13
Conforme a su fe murieron todos éstos sin haber recibido el cumplimiento
de las promesas. Más bien, las miraron de lejos y las saludaron, y
confesaron que eran extranjeros y peregrinos en la tierra.
14
Los que Así hablan, claramente dan a entender que buscan otra patria.
15
Pues si de veras se acordaran de la tierra de donde salieron, Tendrían
oportunidad de regresar.
16
Pero ellos anhelaban una patria mejor, es decir, la celestial. Por eso Dios
no se avergüenza de llamarse el Dios de ellos, porque les ha preparado
una ciudad.
17
Por la fe Abraham, cuando fue probado, Ofreció a Isaac. El que Había
recibido las promesas Ofrecía a su hijo único,
18
de quien se Había dicho: En Isaac te Será llamada descendencia.
19
El consideraba que Dios era poderoso para levantar aun de entre los muertos.
De Allí que, hablando figuradamente, lo Volvió a recibir.
20
Por la fe Isaac bendijo a Jacob y a Esaú respecto al porvenir.
21
Por la fe Jacob, cuando Moría, bendijo a cada uno de los hijos de
José y Adoró apoyado sobre la cabeza de su Bastón.
22
Por la fe José, llegando al fin de sus Días, se Acordó
del éxodo de los hijos de Israel y dio mandamiento acerca de sus restos.
23
Por la fe Moisés, cuando Nació, fue escondido por sus padres
durante tres meses, porque vieron que era un niño hermoso y porque
no temieron al mandamiento del rey.
24
Por la fe Moisés, cuando Llegó a ser grande, Rehusó
ser llamado hijo de la hija del Faraón.
25
Prefirió, Más bien, recibir maltrato junto con el pueblo de
Dios que gozar por un tiempo de los placeres del pecado.
26
El Consideró el oprobio por Cristo como riquezas superiores a los
tesoros de los egipcios, porque fijaba la mirada en el Galardón.
27
Por la fe Abandonó Egipto, sin temer la ira del rey, porque se mantuvo
como quien ve al Invisible.
28
Por la fe Celebró la Pascua y el rociamiento de la sangre, para que
el que Destruía a los primogénitos no los tocase a ellos.
29
Por la fe ellos pasaron por el mar Rojo como por tierra seca; pero cuando
lo intentaron los egipcios, fueron anegados.
30
Por la fe cayeron los muros de Jericó después de ser rodeados
por siete Días.
31
Por la fe no Pereció la prostituta Rajab junto con los incrédulos,
porque Recibió en paz a los Espías.
32
¿Qué Más diré? Me Faltaría el tiempo para
contar de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de
David, de Samuel y de los profetas.
33
Por la fe éstos conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron
promesas, taparon bocas de leones,
34
sofocaron la violencia del fuego, escaparon del filo de la espada, sacaron
fuerzas de la debilidad, se hicieron poderosos en batalla y pusieron en fuga
los ejércitos de los extranjeros.
35
Mujeres recibieron por Resurrección a sus muertos. Unos fueron torturados,
sin esperar ser rescatados, para obtener una Resurrección mejor.
36
Otros recibieron pruebas de burlas y de azotes, Además de cadenas
y Cárcel.
37
Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a espada. Anduvieron
de un lado para otro cubiertos de pieles de ovejas y de cabras; pobres,
angustiados, maltratados.
38
El mundo no era digno de ellos. Andaban errantes por los desiertos, por las
montañas, por las cuevas y por las cavernas de la tierra.
39
Y todos éstos, aunque recibieron buen testimonio por la fe, no recibieron
el cumplimiento de la promesa,
40
para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros; porque Dios
Había provisto algo mejor para nosotros.
Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande
nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que tan
Fácilmente nos enreda, y corramos con perseverancia la carrera que
tenemos por delante,
2
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe; quien por
el gozo que Tenía por delante Sufrió la cruz, menospreciando
el oprobio, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.
3
Considerad, pues, al que Soportó tanta hostilidad de pecadores contra
Sí mismo, para que no decaiga vuestro ánimo ni desmayéis.
4
Pues Todavía no habéis resistido hasta la sangre combatiendo
contra el pecado.
5
¿Y habéis ya olvidado la Exhortación que se os dirige
como a hijos? Hijo Mío, no tengas en poco la disciplina del Señor
ni desmayes cuando seas reprendido por él.
6
Porque el Señor disciplina al que ama y castiga a todo el que recibe
como hijo.
7
Permaneced bajo la disciplina; Dios os Está tratando como a hijos.
Porque, ¿qué hijo es aquel a quien su padre no disciplina?
8
Pero si Estáis sin la disciplina de la cual todos han sido participantes,
entonces sois Ilegítimos, y no hijos.
9
Además, Teníamos a nuestros padres carnales que nos disciplinaban
y les Respetábamos. ¿No obedeceremos con mayor Razón al
Padre de los Espíritus, y viviremos?
10
Ellos nos disciplinaban por pocos Días como a ellos les Parecía,
mientras que él nos disciplina para bien, a fin de que participemos
de su santidad.
11
Al momento, ninguna disciplina parece ser causa de gozo, sino de tristeza;
pero después da fruto apacible de justicia a los que por medio de
ella han sido ejercitados.
12
Por lo tanto, fortaleced las manos debilitadas y las rodillas paralizadas;
13
y enderezad para vuestros pies los caminos torcidos, para que el cojo no
sea desviado, sino Más bien sanado.
14
Procurad la paz con todos, y la santidad sin la cual nadie Verá al
Señor.
15
Mirad bien que ninguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que ninguna Raíz
de amargura brote y cause estorbo, y que por ella muchos sean contaminados;
16
que ninguno sea inmoral ni profano como Esaú que por una sola comida
Vendió su propia primogenitura.
17
Porque ya sabéis que fue reprobado, a pesar de que después
Quería heredar la Bendición, porque no Halló Más
Ocasión de arrepentimiento, aunque lo Buscó con Lágrimas.
18
No os habéis acercado al monte que se Podía tocar, al fuego
encendido, a las tinieblas, a la profunda oscuridad, a la tempestad,
19
al sonido de la trompeta y al estruendo de las palabras, que los que lo oyeron
rogaron que no se les hablase Más;
20
porque no Podían soportar lo que se mandaba: Si un animal toca el
monte, Será apedreado.
21
Y tan terrible era aquel Espectáculo que Moisés dijo: "¡Estoy
aterrado y temblando!"
22
Más bien, os habéis acercado al monte Sion, a la ciudad del
Dios vivo, a la Jerusalén celestial, a la Reunión de millares
de ángeles,
23
a la asamblea de los primogénitos que Están inscritos en los
cielos, a Dios el juez de todos, a los Espíritus de los justos ya
hechos perfectos,
24
a Jesús el mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla
mejor que la de Abel.
25
Mirad que no rechacéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos
que en la tierra rechazaron al que Advertía, mucho menos escaparemos
nosotros si nos apartamos del que advierte desde los cielos.
26
Su voz Estremeció la tierra en aquel entonces, y ahora ha prometido
diciendo: Todavía una vez Más estremeceré no Sólo
la tierra, sino también el cielo.
27
La Expresión "Todavía una vez Más" indica con claridad
que Será removido lo que puede ser sacudido, como las cosas creadas,
para que permanezca lo que no puede ser sacudido.
28
Así que, habiendo recibido un reino que no puede ser sacudido, retengamos
la gracia, y mediante ella sirvamos a Dios, Agradándole con temor
y reverencia.
No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ésta algunos
hospedaron ángeles sin saberlo.
3
Acordaos de los presos, como si estuvieseis en cadenas junto con ellos; y
de los afligidos, puesto que también vosotros Estáis en el
cuerpo.
4
Honroso es para todos el matrimonio, y pura la Relación conyugal;
pero Dios Juzgará a los fornicarios y a los Adúlteros.
5
Sean vuestras costumbres sin amor al dinero, contentos con lo que tenéis
ahora; porque él mismo ha dicho: Nunca te abandonaré ni Jamás
te desampararé.
6
De manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi socorro,
y no temeré. ¿Qué me Hará el hombre?
7
Acordaos de vuestros dirigentes que os hablaron la palabra de Dios. Considerando
el éxito de su manera de vivir, imitad su fe.
8
¡Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos!
9
No Seáis llevados de Acá para Allá por diversas y
extrañas doctrinas; porque bueno es que el Corazón haya sido
afirmado en la gracia; no en comidas, que nunca aprovecharon a los que se
dedican a ellas.
10
Tenemos un altar del cual los que sirven en el Tabernáculo no tienen
derecho a comer.
11
Porque los cuerpos de aquellos animales, cuya sangre es introducida por el
sumo sacerdote en el lugar Santísimo como sacrificio por el pecado,
son quemados fuera del campamento.
12
Por lo tanto, también Jesús Padeció fuera de la puerta
de la ciudad para santificar al pueblo por medio de su propia sangre.
13
Salgamos pues a él, fuera del campamento, llevando su afrenta.
14
Porque Aquí no tenemos una ciudad permanente, sino que buscamos la
que ha de venir.
15
Así que, por medio de él, ofrezcamos siempre a Dios sacrificio
de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.
16
No os olvidéis de hacer el bien y de compartir lo que tenéis,
porque tales sacrificios agradan a Dios.
17
Obedeced a vuestros dirigentes y someteos a ellos, porque ellos velan por
vuestras almas como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con
Alegría y sin quejarse, pues esto no os Sería provechoso.
18
Orad por nosotros, pues confiamos que tenemos buena conciencia y deseamos
conducirnos bien en todo.
19
Con mayor insistencia imploro que lo Hagáis, para que yo os sea restituido
pronto.
20
Y el Dios de paz, que por la sangre del pacto eterno Levantó de entre
los muertos a nuestro Señor Jesús, el gran Pastor de las ovejas,
21
os haga aptos en todo lo bueno para hacer su voluntad, haciendo él
en nosotros lo que es agradable delante de él por medio de Jesucristo,
a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
22
Os ruego, hermanos, que Recibáis bien esta palabra de Exhortación;
porque os he escrito brevemente.
23
Sabed que nuestro hermano Timoteo ha sido puesto en libertad. Si él
viene pronto, yo iré a veros con él.
24
Saludad a todos vuestros dirigentes y a todos los santos. Os saludan los
de Italia.