¡Aleluya! ¡Alabad a Jehovah, porque es bueno; porque para siempre
es su misericordia!
2
¿Quién Declarará las proezas de Jehovah? ¿Quién
Hará Oír todas sus alabanzas?
3
Bienaventurados los que guardan el derecho, los que en todo tiempo hacen
justicia.
4
Acuérdate de Mí, oh Jehovah, Según tu benevolencia para
con tu pueblo. Visítame con tu Salvación,
5
para que vea el bien de tus escogidos, para que me alegre con la Alegría
de tu pueblo, para que me Gloríe con tu heredad.
6
Hemos pecado como nuestros padres; hemos hecho iniquidad; hemos actuado
Impíamente.
7
Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas; no se acordaron
de tus innumerables hechos de misericordia, sino que se rebelaron junto al
mar, el mar Rojo.
8
Sin embargo, los Libró por amor de su nombre, para dar a conocer su
poder.
9
Reprendió al mar Rojo y lo Secó; los hizo ir por los abismos,
como por un desierto.
10
Los Libró del enemigo; los Rescató de mano del adversario.
11
Las aguas cubrieron a sus enemigos; no Quedó uno solo de ellos.
12
Entonces creyeron en sus palabras y cantaron su alabanza.
13
Pero pronto se olvidaron de sus obras y no esperaron su consejo.
14
Ardieron de apetito en el desierto y probaron a Dios en la soledad.
15
El les dio lo que pidieron, pero Envió a sus almas debilidad.
16
Después tuvieron celos de Moisés en el campamento, y de
Aarón, el consagrado de Jehovah.
17
La tierra se Abrió y Tragó a Datán, y Cubrió
al grupo de Abiram.
18
El fuego se Encendió contra su grupo; la llama Devoró a los
Impíos.
19
En Horeb hicieron un becerro y se postraron ante una imagen de Fundición.
20
Así cambiaron su gloria por la de un toro que come hierba.
21
Olvidaron al Dios de su Salvación que Había hecho grandezas
en Egipto,
22
maravillas en la tierra de Cam, cosas formidables junto al mar Rojo.
23
El dijo que los hubiese destruido, de no haberse interpuesto Moisés,
su escogido, ante él en la brecha, a fin de aplacar su ira, para que
no los destruyera.
24
Sin embargo, aborrecieron la tierra deseable, y no creyeron en su palabra.
25
Más bien, murmuraron en sus tiendas y no escucharon la voz de Jehovah.
26
Por tanto, Alzó su mano contra ellos para postrarlos en el desierto,
27
para dispersar a sus descendientes entre las naciones y esparcirlos por las
tierras.
28
Cuando se adhirieron al Baal de Peor, comieron de los sacrificios de los
muertos.
29
Provocaron a Dios con sus obras, y se Desató entre ellos la mortandad.
30
Entonces se Levantó Fineas y Ejecutó juicio, y se detuvo la
mortandad.
31
Aquello le fue contado por justicia, de Generación en Generación
y para siempre.
32
También le indignaron en las aguas de Meriba, y por causa de ellos
le fue mal a Moisés;
33
porque hicieron que su Espíritu se amargara, y él Habló
precipitadamente con sus labios.
34
Tampoco destruyeron a los pueblos, como Jehovah les Había dicho.
35
Más bien, se mezclaron con gentiles, y aprendieron sus obras.
36
Sirvieron a sus ídolos, los cuales llegaron a ser una trampa.
37
Sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios;
38
derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, que
sacrificaron a los ídolos de Canaán. La tierra fue profanada
con los hechos de sangre.
39
Así se contaminaron con sus obras y se prostituyeron con sus hechos.
40
Por tanto, la ira de Jehovah se Encendió contra su pueblo, y Abominó
su heredad.
41
Los Entregó en poder de las naciones, y los que los Aborrecían
se enseñorearon de ellos.
42
Sus enemigos los oprimieron, y fueron quebrantados debajo de su mano.
43
Muchas veces los Libró, pero ellos se rebelaron contra su consejo
y fueron humillados a causa de su iniquidad.
44
Con todo, él los vio cuando estaban en angustia, y Oyó su clamor.
45
Se Acordó de su pacto con ellos, y se Compadeció conforme a
su gran Compasión.
46
Asimismo, hizo que tuviesen misericordia de ellos todos los que los Tenían
cautivos.
47
¡Sálvanos, oh Jehovah, Dios nuestro! Reúnenos de entre
las naciones, para que confesemos tu santo nombre, para que nos gloriemos
en tus alabanzas.
48
¡Bendito sea Jehovah Dios de Israel, desde la eternidad hasta la eternidad!
Y diga todo el pueblo: "¡Amén!" ¡Aleluya!
(Salmo de David) Jehovah dijo a mi señor: "Siéntate a mi diestra,
hasta que ponga a tus enemigos como estrado de tus pies."
2
Jehovah Enviará desde Sion el cetro de tu poder; domina en medio de
tus enemigos.
3
En el Día de tu poder, tu pueblo se te Ofrecerá voluntariamente
en la hermosura de la santidad. Desde el nacimiento de la aurora, Tú
tienes el Rocío de la juventud.
4
Jehovah Juró y no se Retractará: "Tú eres sacerdote
para siempre, Según el orden de Melquisedec."
5
El Señor Está a tu mano derecha; Aplastará a los reyes
en el Día de su ira.
6
Juzgará entre las naciones; las Llenará de Cadáveres.
Aplastará a los jefes sobre la extensa tierra.
7
Beberá del arroyo en el camino, por lo cual Levantará su cabeza.
(Canto de ascenso gradual) A ti, que habitas en los cielos, levanto mis ojos.
2
He Aquí, como los ojos de los siervos miran la mano de sus amos, y
como los ojos de la sierva miran la mano de su ama, Así nuestros ojos
miran a Jehovah, nuestro Dios, hasta que tenga Compasión de nosotros.
3
Ten Compasión de nosotros, oh Jehovah; ten Compasión de nosotros,
porque estamos hastiados del desprecio.
4
Nuestra alma Está sumamente hastiada de la burla de los que Están
en holgura, y del desprecio de los orgullosos opresores.
(Canto de ascenso gradual) Cuando Jehovah Restauró de la cautividad
a Sion, nos Parecía que Soñábamos.
2
Entonces nuestra boca se Llenó de risa; y nuestra lengua, de cantos
de Alegría. Entonces Decían entre las naciones: "Grandes cosas
ha hecho Jehovah con éstos."
3
¡Grandes cosas ha hecho Jehovah con nosotros! Estamos alegres.
4
Restáuranos, oh Jehovah, de la cautividad, como los arroyos en el
Néguev.
5
Los que siembran con Lágrimas, con regocijo Segarán.
6
El que va llorando, llevando la bolsa de semilla, Volverá con regocijo,
trayendo sus gavillas.
(Canto de ascenso gradual. De Salomón) Si Jehovah no edifica la casa,
en vano trabajan los que la edifican. Si Jehovah no guarda la ciudad, en
vano vigila el guardia.
2
En vano os Levantáis de madrugada y os vais tarde a reposar, comiendo
el pan con dolor; porque a su amado Dará Dios el sueño.
3
He Aquí, heredad de Jehovah son los hijos; recompensa es el fruto
del vientre.
4
Como flechas en la mano del valiente, Así son los hijos que se tienen
en la juventud.
5
Bienaventurado el hombre que llena de ellos su aljaba. No se Avergonzarán
aunque hablen con los enemigos en el tribunal.
(Canto de ascenso gradual. De David) Oh Jehovah, no se ha envanecido mi
Corazón, ni mis ojos se han enaltecido, ni he andado en pos de grandezas,
ni de cosas demasiado sublimes para Mí.
2
Más bien, he sosegado y acallado mi alma, como un niño destetado
al lado de su madre. Como un niño destetado Está mi alma dentro
de Mí.
3
Espera, oh Israel, en Jehovah, desde ahora y para siempre.
Junto a los Ríos de Babilonia nos Sentábamos y Llorábamos,
Acordándonos de Sion.
2
Sobre los sauces en medio de ella, Colgábamos nuestras liras.
3
Los que Allá nos Habían llevado cautivos nos Pedían
cantares; los que nos Habían hecho llorar nos Pedían Alegría,
diciendo: "Cantadnos algunos de los Cánticos de Sion."
4
¿Cómo cantaremos las canciones de Jehovah en tierra de
extraños?
5
Si me olvido de ti, oh Jerusalén, que mi mano derecha olvide su destreza.
6
Mi lengua se pegue a mi paladar, si no me acuerdo de ti, si no ensalzo a
Jerusalén como principal motivo de mi Alegría.
7
Acuérdate, oh Jehovah, de los hijos de Edom, que en el Día
de Jerusalén Decían: "¡Arrasadla! ¡Arrasadla hasta
los cimientos!"
8
Oh hija de Babilonia, la despojadora: ¡Bienaventurado el que te dé
la paga por lo que Tú nos hiciste!
9
¡Bienaventurado el que tome a tus pequeños y los estrelle contra
la roca!
(Salmo de David) Te doy gracias con todo mi Corazón; delante de los
dioses te cantaré salmos.
2
Me postro hacia tu santo templo y doy gracias a tu nombre por tu misericordia
y tu verdad, porque has engrandecido tu nombre y tu palabra sobre todas las
cosas.
3
El Día que clamé, me respondiste; mucho valor infundiste a
mi alma.
4
Oh Jehovah, todos los reyes de la tierra te Alabarán, cuando escuchen
los dichos de tu boca.
5
Cantarán acerca de los caminos de Jehovah, pues grande es la gloria
de Jehovah.
6
Aunque Jehovah es sublime, mira al humilde; pero al altivo lo reconoce de
lejos.
7
Aunque yo camine en medio de la angustia, Tú me Preservarás
la vida. Contra la ira de mis enemigos Extenderás tu mano, y me
Salvará tu diestra.
8
Jehovah Cumplirá su Propósito en Mí. Oh Jehovah, tu
misericordia es para siempre; no desampares la obra de tus manos.
(Salmo de David) Oh Jehovah, a ti clamo; acude pronto a Mí. Escucha
mi voz cuando te invoco.
2
Sea constante mi Oración delante de ti, como el incienso; mis manos
alzadas, como el sacrificio del atardecer.
3
Pon, oh Jehovah, guardia a mi boca; guarda la puerta de mis labios.
4
No dejes que mi Corazón se incline a cosa mala, para hacer obras perversas
con los hombres que obran iniquidad. No coma yo de sus manjares.
5
Que el justo me castigue y me reprenda Será un favor. Pero que el
aceite del Impío no embellezca mi cabeza, pues mi Oración
Será continuamente contra sus maldades.
6
Sean derribados sus jueces en lugares peñascosos, y oigan mis palabras,
que son agradables.
7
Como cuando se ara y se rompe la tierra, Así son esparcidos nuestros
huesos en la boca del Seol.
8
Por eso, oh Señor Jehovah, hacia ti miran mis ojos. En ti me refugio;
no expongas mi vida.
9
Guárdame de los lazos que me han tendido, y de las trampas de los
que obran iniquidad.
10
Caigan juntos los Impíos en sus propias redes, mientras yo paso a
salvo.
(Salmo de David) Bendito sea Jehovah, mi roca, quien adiestra mis manos para
la batalla y mis dedos para la guerra.
2
Misericordia Mía y castillo Mío; mi refugio y mi libertador;
mi escudo, en quien he confiado; el que sujeta los pueblos debajo de Mí.
3
Oh Jehovah, ¿qué es el hombre para que pienses en él?
¿Qué es el hijo del hombre para que lo estimes?
4
El hombre es semejante a un soplo; sus Días son como la sombra que
pasa.
5
Oh Jehovah, inclina tus cielos y desciende; toca las montañas, y humeen.
6
Despide Relámpagos y dispérsalos; Envía flechas y
Túrbalos.
7
Extiende tu mano desde lo alto, Líbrame y Rescátame de las
aguas caudalosas, de la mano de los hombres extranjeros,
8
cuya boca habla vanidad y cuya derecha es mano de mentira.
9
Oh Dios, a ti cantaré un Cántico nuevo; te cantaré con
arpa de diez cuerdas.
10
Tú eres el que da victoria a los reyes, el que rescata a su siervo
David de la maligna espada.
11
Rescátame y Líbrame de la mano de los hombres extranjeros cuya
boca habla vanidad y cuya derecha es mano de mentira.
12
Nuestros hijos sean como plantas crecidas en su juventud, y nuestras hijas
como columnas labradas de las esquinas de un palacio.
13
Nuestros graneros estén llenos, proveyendo toda clase de grano; nuestros
rebaños se multipliquen en nuestros campos por millares y decenas
de millares,
14
y nuestras vacas estén cargadas de Crías. ¡Que no haya
muerte ni aborto, ni gemido en nuestras plazas!
15
Bienaventurado el pueblo al cual Así le sucede. ¡Bienaventurado
el pueblo cuyo Dios es Jehovah!